Rosalía y un iPhone 13 Pro: así se hizo el video que puso patas arriba a TikTok

Rosalía y un iPhone 13 Pro: así se hizo el video que puso patas arriba a TikTok

Combinamos esas dos ideas, alta tecnología y baja tecnología, con una plataforma giratoria para selfies. Rosalía podía sostener el teléfono en modo selfie y filmarse a sí misma, pero un motor hacía que el teléfono girara sin parar mientras filmaba, creando un efecto de vértigo.

Creo que la película en su conjunto oscila entre ideas tecnológicas más complejas e ideas de bricolaje más simples, pero ese equipo de Hentai realmente parece la síntesis perfecta, el pegamento que mantiene unidas ambas ideas.

GQ: ¿Crees que el formato TikTok acabará con los videos musicales?

Cristóbal Ripley: Es una idea que llama la atención. Pero creo que los videos musicales y TikTok pueden coexistir durante mucho tiempo.

A primera vista, ambos formatos ofrecen un acompañamiento visual a la música, dando la impresión de estar en competencia directa, pero en realidad tienen funciones y efectos muy diferentes.

Creo que siempre habrá una parte de nosotros que disfrute escapando al mundo completamente formado y refinado que crea un video musical para una canción. Y creo que también hay una parte de nosotros que siempre disfrutará del mundo más inmediato, deconstruido e íntimo que puede ofrecer una actuación en TikTok.

Puede que sea ingenuo, pero creo que cada plataforma satisface un impulso humano diferente. Uno más estético, el otro más experiencial.

GQ: Hablemos del iPhone que usaste para grabar los videos, ¿qué modelo usaste?

Cristóbal Ripley: Usamos el iPhone 13 Pro (y un par de Pro Max); tanto el 13 Pro como el Pro Max permiten la grabación 4k ProRes, lo que fue realmente genial para nuestro flujo de trabajo de posproducción. Y las lentes de la línea Pro son fantásticas.

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GQ: ¿Fue creativa la decisión de rodar con un iPhone?

Cristóbal Ripley: Sí, 100%. Nos entusiasmó la sensación de espontaneidad e intimidad de la grabación del iPhone, que es sinónimo de la experiencia de ver una actuación en directo. En lugar de construir un gran espectáculo en el escenario, queríamos crear algo desordenado, personal e impredecible. Usar el iPhone nos acercó de inmediato al mundo estético de TikTok, que ya es muy experimental en cuanto a movimientos de cámara y contenido se refiere. Queríamos acercar al público al mundo de Rosalía, como si estuvieran en el espacio con ella, en lugar de mantenerlos a distancia. El iPhone fue la herramienta perfecta para ello.

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