Encuentran ‘polvo negro’ al abrir la sonda Osiris-Rex con una muestra de asteroide
El MACETA abrió la investigación el martes Misión Osiris-Rex que recogió fragmentos de un asteroide y anunció que encontró “polvo negro y restos” en el interior, aunque la mayor parte de la muestra aún no ha sido examinada.
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Siete años después de su despegue, La sonda aterrizó el domingo en el desierto americano de Utah, Estados Unidos.después de una maniobra de alto riesgo.
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La muestra, tomada en 2020 de asteroide benuContiene alrededor de 250 gramos de material, según estimaciones de la agencia espacial estadounidense.
Durante esa operación, la NASA se dio cuenta de que la tapa del contenedor de recogida no se podía cerrar. Pero la muestra finalmente fue asegurada y transferida a la sonda como estaba previsto.
Sin embargo, debido a este fallo, los científicos esperaban encontrar rastros de la muestra fuera del compartimento de recogida, en la caja donde estaba colocada.
Esta es la primera vez que la NASA, la agencia espacial estadounidense, logra traer muestras de un asteroide a la Tierra. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) logró recuperar restos de asteroides en 2020, pero se trataba de una cantidad mínima, no más de una cucharadita de polvo y rocas.
El martes se abrió una primera tapa en una cámara hermética del Centro Espacial Johnson en Houston, Texas. Los equipos de la NASA inmediatamente “encontraron polvo negro y escombros”, anunció la agencia espacial, sin especificar si se trataba de fragmentos de asteroide.
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Una «cápsula del tiempo»
Según dijo a Efe el argentino Lucas Paganini, científico planetario de la NASA, este hecho provocó Moléculas que se remontan a la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años y que podrían arrojar luz sobre cuestiones que han intrigado a la humanidad durante siglos.como origen de la vida y del propio sistema solar.
«Los asteroides son muy importantes porque son los restos de la formación de los planetas hace 4.500 millones de años. Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué pasaba hace millones de años. En este caso, con nuestra misión viajamos miles de millones de años atrás en el tiempo», explicó Paganini.
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Los científicos creen que estas moléculas podrían haber llegado a nuestro planeta a bordo de meteoritos y, por ello, analizar la composición de Bennu les ayudará a comprobar esta hipótesis y aclarar qué papel podrían haber jugado los cuerpos celestes en el origen de la vida.
Precisamente, los científicos eligieron Bennu porque es relativamente rico en moléculas orgánicas y, además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex se acercara para tomar muestras.
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Descubierto en 1999, Se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Tiene medio kilómetro de ancho, aproximadamente la altura del Empire State Building, y su superficie negra y rugosa está llena de grandes rocas.
Además, existe la hipótesis de que Bennu colisionará con la Tierra dentro de 159 años y, aunque esa posibilidad es sólo del 0,057%, esta misión de la NASA también serviría para ver cómo cambiar la trayectoria del asteroide si fuera necesario, dijo a Efe Paganini. .
Este material será analizado y se llevará a cabo un «cuidadoso proceso de desmontaje» del compartimento de recogida, «para poder acceder a la muestra principal encontrada en su interior», escribió la agencia espacial.
Está prevista una rueda de prensa para el 11 de octubre para anunciar la exposición.
El análisis de la composición del asteroide Bennu permitirá a los científicos comprender mejor cómo se formó el Sistema Solar y cómo la Tierra se volvió habitable. El valor de la muestra es que no está contaminada por otras sustancias que podrían proporcionar información previamente desconocida. Los meteoritos suelen contener información útil para los científicos, pero cuando llegan a la Tierra, esta información ya ha sido alterada.
Los científicos creen que este cuerpo espacial (de 500 metros de diámetro) es rico en carbono y contiene moléculas de agua recubiertas de minerales.
Existe un pequeño riesgo (una posibilidad entre 2.700) de que Bennu golpee la Tierra en 2182, lo que sería catastrófico.
En 2022, la NASA logró desviar la trayectoria de un asteroide al impactarlo.
Se preservará aproximadamente el 70% de los restos, brindando a las futuras generaciones de científicos la oportunidad de responder a las grandes incógnitas del origen del universo con tecnología que hoy ni siquiera podemos imaginar.
AFP con información de EFE
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