El CP de China convocó al Congreso que consagrará el poder perpetuo de Xi Jinping
Unos meses después, China modificó su Constitución para eliminar el límite de dos mandatos presidenciales, ejercido en las últimas décadas por el mismo líder que ocupa el cargo de secretario general del PCCh. La enmienda allana el camino para que Xi, de 69 años, permanezca al frente de la segunda potencia más grande del mundo de por vida.
El nuevo Congreso, al que participarán 2.300 delegados y que se celebra cada cinco años, también debería conducir a una importante remodelación del Buró Político Permanente, el poderoso organismo de siete miembros.
Según una tradición no escrita, algunos de los actuales miembros de este organismo están llegando a la edad en que deberían jubilarse.
¿Disidencia?
Aunque el régimen quiere dar una imagen de unidad, hay muchas rivalidades tras bambalinas y el presidente sigue tratando de consolidar su poder, dicen analistas.
Desde que Xi Jinping se convirtió en el hombre fuerte de la segunda economía más grande del mundo en 2012, más de 1,5 millones de funcionarios han sido sancionados en una campaña masiva contra la corrupción, según datos oficiales.
Los observadores señalan que esta campaña sirvió a Xi para deshacerse de los opositores internos.
El partido sigue basando su legitimidad en mejorar el poder adquisitivo de la población, pero el Congreso de octubre llega en un contexto de fuerte ralentización económica, con un aumento del paro -de casi un 20%- entre los jóvenes de entre 16 y 24 años.
La política de “covid cero”, defendida con uñas y dientes por Xi, es cada vez más criticada por la opinión pública y especialmente por los círculos empresariales, alarmados por las amenazas que suponen los confinamientos y
el freno a la actividad económica.
Las autoridades están imponiendo bloqueos localizados, exigiendo pruebas de PCR cada 72 a 48 horas en algunos lugares y amenazando a los viajeros de regiones en cuarentena cuando se mudan a otra provincia.
tensiones
A nivel internacional, los puntos de discordia entre China y su gran rival, Estados Unidos, se han multiplicado: sobre el comercio y la tecnología, el trato a la minoría uigur en Xinjiang, la represión en Hong Kong y, más recientemente y con mayor intensidad, las tensiones en torno a Taiwán.
A principios de agosto, China llevó a cabo maniobras militares de una magnitud sin precedentes cerca de la isla, de la que Pekín reclama soberanía.
Las maniobras fueron un mensaje de firmeza a Washington tras la visita a Taiwán de Nancy Pelosi -presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y la tercera figura más importante de la administración del país-, considerada por Pekín como una provocación.