apagará el escándalo del «batterygate» repartiendo hasta 500 millones de dólares entre los afectados
Apple ha llegado a un acuerdo con los afectados por el caso del batterygate, por el que repartirá unos 65 dólares a cada afectado.
Los lectores mayores seguramente recordarán el escándalo puerta de la bateríaque puso a Apple contra las cuerdas. La empresa de Cupertino fue denunciada por asociaciones de consumidores de varios países, entre ellos España. Y no: no tiene nada que ver con la noticia que apareció hace unos días sobre el problema de salud de la batería del iPhone 14 Pro.
Esto se remonta a 2017, cuando Apple fue acusada de menor rendimiento de los teléfonos antiguos a través de la batería como una forma de presionar a los usuarios para que compren un nuevo dispositivo. Ahora, según informa Business Insider Apple ha llegado a un acuerdo que A la marca le va a costar un millón y que se repartirá entre los afectados.
65 millones en daños
Apple ya admitió en su momento que algunos problemas de rendimiento tenían que ver con sus baterías. Después de que algunos usuarios los reemplazaran, desaparecieron casi por arte de magia, según el medio. Poco después el fabricante también admitiría han bajado el rendimiento de los teléfonos antiguos.
Apple dijo que hizo esto por razones de seguridad, para evitar que los teléfonos se apaguen solos a medida que la batería envejece. La respuesta no convenció a nadie y derivó en el escándalo que hoy todos conocemos, con una demanda colectiva interpuesta contra la empresa.
Hoy sabemos que, finalmente, los demandantes y Apple han llegado a un acuerdo por el que la empresa tendrá que pagar entre 300 y 500 millones de dolares. A cada usuario se le pagará aproximadamente $ 65, y solo se puede cobrar si la demanda se participó y se reclamó antes del 6 de octubre de 2020.
Los teléfonos afectados por batterygate son el iPhone 6, 6 Plus, 6s, 6s Plus, 7, 7 Plus. y. Solo aquellos que experimentaron una disminución en la velocidad y el rendimiento podrían presentar un reclamo. Además, los teléfonos tenían que haber sido comprados antes de 2018.