Un gran asteroide podría chocar con la Tierra a partir de 2135, según la NASA

El asteroide Bennu, de 500 metros de diámetro y una de las principales amenazas espaciales conocidas, podría chocar con la Tierra a partir del año 2135, aunque con una probabilidad «extremadamente pequeña».

La misión OSIRIS-REx de la NASA ha logrado predecir la trayectoria de Bennu durante los próximos siglos, con una precisión de 2 metros, y ha estimado que en 2135 el asteroide pasará más cerca de la Tierra que la propia Luna.

A partir de ese momento, la roca espacial podría atravesar un «ojo de cerradura gravitacional» que cambiaría su trayectoria y la llevaría directamente hacia la Tierra.

Un ojo de cerradura gravitacional es una región del espacio donde la gravedad de un planeta altera la órbita de un asteroide. Y según los modelos de la NASA, hay muy pocos «ojos» por los que los humanos deberían preocuparse.

«Debemos tener en cuenta que la probabilidad de impacto, en general, es realmente pequeña», explicó Davide Farnocchia, autor principal del estudio, durante una conferencia.

El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA había anunciado una conferencia de prensa el miércoles para anunciar un «hallazgo importante» cuyos efectos no se notarán durante más de un siglo.

De hecho, la NASA ha aumentado las probabilidades del temido impacto, aunque siguen siendo extremadamente pequeñas: desde ahora hasta el año 2300, la probabilidad de que Bennu choque con la Tierra es de 1 en 1.750, un porcentaje del 0,057%.

El punto de máximo riesgo en un solo día será el 24 de septiembre de 2182, con una probabilidad del 0,037%.

«Ahora solo tenemos dos cerraduras gravitacionales de más de un kilómetro que deberíamos considerar», analizó Farnocchia, quien cree que, aunque Bennu ignorará la mayoría de los otros «ojos», esa posibilidad aún existe.

Pese a las escasas posibilidades de que ocurra el impacto, la NASA ha anunciado la misión DART, con la que pretende diseñar una nave espacial de media tonelada que pueda cambiar la trayectoria de los asteroides al impactar contra ellos o contra una de sus «lunas».

“Debemos recordar que el riesgo de Bennu como un solo asteroide es menor que los riesgos de los objetos de tamaño similar no descubiertos. Por eso la NASA está haciendo un gran esfuerzo para descubrir más del 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de tamaño ”, concluyó Farnocchia.

La protección del planeta parece marcar una nueva etapa en la carrera espacial.

Hace unas semanas, China planeaba lanzar 23 cohetes para desviar el asteroide Bennu, que ahora se encuentra a más de 320 millones de kilómetros de la Tierra.

Por su parte, EE. UU. Lanzó la misión OSIRIS-REx en 2016 para estudiar a Bennu y comprender mejor cómo funcionan los asteroides.

«Nunca hemos modelado la trayectoria de un asteroide con tanta precisión», dijo Farnocchia. EFE

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