Revisión de Battletoads para Xbox One y PC
Los fans de RARE han aceptado durante mucho tiempo la dura realidad.: El estudio británico se aleja de sus grandes franquicias en busca de nuevas experiencias (preferiblemente multijugador). Así, series icónicas como Killer Instinct quedaron en manos de equipos externos.
Glacius, Fulgore y compañía regresaron en 2013 de la mano de Double Helix Games; Joana Dark podría hacerlo a medio plazo (según rumores sobre la nueva The Coalition) y El mítico ‘Combat Toads’ acaba de irrumpir en Xbox Game Pass a través de Dlala Studio.
26 años después de su última aventura, ¿Nos enfrentamos al renacimiento que se merecen Rash, Zitz y Pimple? La respuesta no es del todo clara.
Dos fueron los sellos distintivos de las cinco iteraciones anteriores (incluido el spin-off portátil y recreativo): Primero, el segmentos de beat’em up, donde los protagonistas se dedicaron a repartir balas hasta aniquilar al último enemigo en pie. A continuación las carreras a bordo aerodeslizadores, que ponen a prueba nuestra capacidad de reacción y sangre fría. Como era de esperar, el tercer nivel del Battletoads original (‘Turbo Tunnel’) todavía se considera uno de los más estresantes en la historia de los videojuegos.
Ambos elementos están presentes en el título que nos ocupa. Y muy bien resuelto, para alegría de los nostálgicos. Cada sapo tiene su propio estilo de lucha, siempre bajo un esquema profundo, lo que nos obliga a variar nuestras apuestas según el oponente frente a nosotros. En otras palabras, golpear botones sin rima ni razón será inútil. Y aunque podemos completar la aventura solos, distribuir remolque acompañados de otros dos jugadores es su verdadera razón de ser. Lo notarás desde el segundo acto, cuando las hordas aumentan en número y ferocidad.
Dlala también se ha extendido rompecabezas que se pueden resolver al unísono (para abrir la puerta que nos permite avanzar, por ejemplo), aunque parecen un mero trámite que, a la hora de empujar, retrasa los momentos de pura y dura acción.
Como dijimos, las fases de velocidad son la otra punta de lanza del desarrollo. Coordinar con tu compañero para no perder la vida en un mismo salto es fundamental, aunque el juego nos permite volver a intentar cada tramo de forma ilimitada. Así que volvemos a los típicos ciclos de prueba y error de los 90.; los que nos hicieron golpear el control remoto contra la pared … para recogerlo rápidamente, sabiendo que el próximo intento podría ser el final. Aquí más que nunca, la práctica hace la perfección y las victorias se saborean doblemente.
Otra recompensa son las secuencias intercaladas entre niveles: un festín para los ojos (y oídos) para los animaciones dibujadas a mano y doblaje (en inglés) por actores veteranos. Por momentos pensaremos que estamos viendo lo último de Cartoon Network, envuelto en un guión hilarante y acorde con la picardía característica de estos sapos. Para no estropear la sorpresa, solo diremos que te esperan reencuentros memorables, bromas atrevidas y numerosos guiños.
El problema con Battletoads viene del tercer acto., cuando los capítulos ‘yo contra el barrio’ dan paso a otras plataformas y tiradores. El ritmo lento del primero (también salpicado de puzzles) y el diseño del segundo acaban pesando un software que, de repente, parece decidido a convertirse en el juego de fiesta de Xbox One. Otra muestra son los minijuegos que nos asaltan desde cuando una vez: las primeras veces conquistan por lo absurdo, pero acaban asumiendo otro ‘coitus interruptus’ que poco o nada aporta al conjunto. Algunos incluso tardan más de lo aconsejable.
Este mal sabor de boca se diluye de nuevo ante los jefes finales, que sorprenden con sus rutinas y nos dan momentos tan frenéticos como satisfactorios (aunque solo sea por su apariencia). Y es que, una vez más, el colorido arte de Battletoads enamora. Se acompaña de una banda sonora increíble, donde las guitarras eléctricas ocupan un lugar central.
El juego se puede completar en unas seis horasAunque conseguir todos los coleccionables te llevará algunos más.
Nuestra valoración
Battletoads trae de vuelta todas las cosas buenas de los sapos de RARE: un sentido del humor ácido, un arte digno de las mejores series animadas, balas con sentido y pruebas de reflejos en aerodeslizadores.
¿El problema? La otra mitad de la aventura se completa con fases (poco aparentes) de plataformas y disparos; cuando no son minijuegos cooperativos que cortan el ritmo y restan de la calificación final. Un desarrollo más enfocado y estaríamos ante un imprescindible de Xbox.