Mi móvil de 200 euros hace lo mismo que tu iPhone | Tecnología
Seguro que has escuchado esa frase o, peor aún, la has dicho. Pues porque sí, un móvil barato puede hacer lo mismo que uno de 1.000 euros, pero te digo… no hace lo mismo. Aunque hay una cosilla en la que los móviles baratos ganan a los modelos más caros.
Admítelo, tienes un amigo al que le enseñas la foto que acabas de hacer con tu móvil de 1.000 euros y te deja «Mi móvil cuesta 200 euros y hace lo mismo». Quien dice «fotos» dice cualquier otra función del teléfono.
Y sí, el móvil de 200 euros tiene calendario, puedes descargar aplicaciones, puedes llamar -obviamente-, te permite jugar, navegar… pero la experiencia no va a ser la misma, no importa como sea tu amigo. Y ojo, si eres ese amigo que intenta destrozar la ilusión de ese colega que te muestra las características de su flamante buque insignia, sigue leyendo porque esto, seguro, te interesa.
Como digo, está claro que todos los móviles hacen lo mismo. Independientemente de si son iOS o Android, todos los teléfonos inteligentes tienen el mismo propósito y los usamos para… bueno, las mismas cosas.
cuando vas a cenar, te haces la foto para instagram y da igual el móvil que tengas (especialmente porque la aplicación es horrible en Android y comprime mucho la imagen), si necesitas navegar podrás hacerlo y si quieres jugar también.
El problema es que hay diferencias notables. que no se basan tanto en las especificaciones y características técnicas más «superficiales», sino en algo mucho más complejo y que no suele estar al alcance de todos.
Por ejemplo, ¿sabías que los lentes de las cámaras de los teléfonos celulares son… de plástico? Es extraño, ¿verdad? Bueno, bueno, me enteré hace relativamente poco, un par de años, y la verdad es que es increíble porque todo el mundo, siempre, ha dado por hecho que los objetivos de una cámara son de cristal.
Sin embargo, poco a poco van apareciendo móviles que cuentan con al menos alguna lente de cristal, como el Oppo X5 Pro o el vivo X80 Pro. En el caso del vivo, esa lente de cristal es la más exterior de las que tiene el vivo. objetivo principal y también tiene un tratamiento por ZEISS que mejora el contraste y reduce el destello físicamente, no por software.
Es algo pequeño, sí, una lente, pero ahí tenemos una diferencia entre un móvil barato y un tope de gama. Sin irnos demasiado lejos de la fotografía, también hay que hablar de procesado. Por ejemplo, esos dos teléfonos mencionados tener un coprocesador de imagen que se encarga de procesar tanto la foto como el vídeo.
Esto no solo libera recursos de SoC, sino que también permite que el fabricante tenga más control sobre el procesamiento de imágenes para mejorar los resultados. En móviles baratos, esto no existe.
Me estoy enfocando mucho en la fotografía.pero esto también se aplica a las pantallas, que ahora cuentan con altas tasas de refresco en las gamas más modestas, pero incorporan paneles LTPO en las más avanzadas.
También cuentan con mejores sistemas de disipación de calor (en la mayoría de los casos) y por algo tan simple como el exceso de potencia, la experiencia de uso también es mejor en gamas altas.
Entonces, sí, tu móvil de 200 euros hace lo mismo que un móvil de 1.000 euros, PERO no hace lo mismo. ¿Sabes dónde están ganando por goleada las gamas más modestas? En autonomía y carga rápida.
Ahí es donde pueden amamantar sin reproches porque los procesadores son más eficientes que el Snapdragon 8 Gen 1 y porque, además, en la gama de entrada y media estamos viendo cargadores muy interesantes.
Los de 30 o 33 W son prácticamente el estándar de estas gamas y, además, el cargador viene en la caja. El iPhone 13 Pro, el Xperia 1 IV o el Galaxy S22+ no solo no vienen con cargador, sino que además tienen una potencia máxima de carga de, como máximo, esos 30 W según el modelo.
Por supuesto que hay móviles de gama alta, como el Xiaomi 12 Pro, con potentes cargadores de 120 W, pero un Samsung, un Pixel, un Sony o un iPhone, en este sentido, no tienen nada que ver contra tu móvil de 200 euros.