Los astrónomos descubrieron un tipo inusual de estrella escondida en el corazón de la Vía Láctea
Los investigadores revelaron la existencia de un nuevo tipo de estrellaapodado “viejo fumador”ubicado en el corazón de la vía Láctea. Este descubrimiento, fruto de un seguimiento exhaustivo del cielo nocturno durante una década, amplía el conocimiento sobre la fenómenos celestes y el distribución de elementos En el universo.
Los “viejos fumadores” son estrellas gigantes envejecidas que, después de permanecer inactivo durante décadas, estalla repentinamente, volviéndose casi invisible antes de emitir grandes cantidades de material. Estos eventos no sólo son visualmente espectaculares, sino que también juegan un papel crucial en la enriquecimiento del medio interestelar con diversos elementos.
Observaciones detalladas de estos cuerpos celestes, que alternan largos períodos de inactividad con explosiones esporádicas que emiten nubes de humo y polvo, fueron publicadas el 25 de enero de 2024 en cuatro estudios en el Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society.
La investigación utilizó el Telescopio de rastreo visible e infrarrojoubicado estratégicamente en el Observatorio Cerro Paranalen el Andes chilenoscapturar la luz infrarroja de estas estrellas, invisible al ojo humano, permitiendo así descubrir estos objetos estelares previamente ocultos.
El posicionamiento preciso del telescopio en altas montañas y la adopción de técnicas de observación en el espectro infrarrojo fueron claves para este descubrimiento. “Estas estrellas son como fantasmas en el telescopio hasta que deciden revelarse, expulsando material al espacio” los astrónomos explican en declaraciones recogidas por CNN.
La investigación subyacente a estos descubrimientos implicó el seguimiento de casi mil millones de estrellas, un testimonio de la escala y la ambición del proyecto. Esta ardua tarea permitió a los astrónomos recopilar datos cruciales sobre la naturaleza y el comportamiento de las estrellas envejecidas, contribuyendo significativamente a nuestro comprensión del universo. «El estudio de estos 'viejos fumadores' no sólo arroja luz sobre su naturaleza espectral, sino que también nos proporciona pistas vitales sobre los procesos de formación y evolución estelar», destacaron los investigadores.
En un esfuerzo pionero por descubrir estrellas recién nacidascientíficos que utilizan el Telescopio muy grande (VLT) del Observatorio Europeo Austral identificaron 32 estrellas en su infancia que aumentar su brillo hasta 300 veces. Estas estrellas jóvenes, también conocidas como protóstelesson esquivos debido a su oscuridad detrás de densas nubes de polvo y gas en la Vía Láctea, lo que ha dificultado su detección mediante luz visible.
Sin embargo, el uso de luz infrarroja permitió a los astrónomos atravesar estas barreras, revelando objetos que de otro modo permanecerían ocultos o serían demasiado débiles para observar.
el equipo de Felipe Lucasprofesor de astrofísica en la Universidad de Hertfordshire y autor principal de uno de los estudios relacionados, junto con Dr.Zhen Guo, Becario Postdoctoral Fondecyt en el Universidad de Valparaíso y autor principal de dos de los estudios, monitoreó cientos de millones de estrellas, centrándose en aquellas que experimentaron cambios notables en su brillo.
Como explicó Lucas, “si bien dos tercios de las estrellas fueron fáciles de clasificar, el resto presentó mayores desafíos”, lo que llevó al equipo a utilizar instrumentos más especializados, como el VLT, para estudiar las estrellas individualmente.
En palabras de Guo, “nuestro principal objetivo era encontrar estrellas recién nacidas que rara vez se ven, mientras que experimentan una gran erupción que puede durar desde meses hasta años, o incluso décadas. Estos brotes ocurren en el disco de materia que gira lentamente y que está formando una nueva Sistema solarayudando a crecer a la estrella del centro, aunque dificultando la formación de planetas debido a la inestabilidad de los discos.
De las estrellas monitoreadas, 222 experimentaron cambios significativos en su brillo, lo que indica fenómenos como llamaradas que aumentan su luminosidad hasta 40 veces, y en algunos casos, hasta 300 veces. Un gran porcentaje de estas llamaradas permanecen activas, lo que brinda a los astrónomos una oportunidad única de seguir de cerca cómo evolucionan estas estrellas a lo largo del tiempo. Según el equipo, estas observaciones ayudarán a comprender mejor por qué los discos se vuelven inestables y cómo este proceso influye en la formación de nuevos sistemas solares.