La Jornada – PC de China perseguirá actos de infiltración y sabotaje cometidos en recientes protestas
Pekín. El Partido Comunista de China prometió ayer «perseguir resueltamente las actividades de infiltración y sabotaje de fuerzas hostiles», tras las protestas registradas el pasado fin de semana en rechazo a las duras restricciones impuestas por la política «covid-cero».
La Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales emitió un comunicado luego de un gran despliegue de fuerzas de seguridad para disuadir nuevas protestas luego de las que tuvieron lugar el fin de semana en Beijing, Shanghai, Guangzhou y otras ciudades, dijo Ap.
Cientos de camiones y vehículos blindados estaban estacionados en las calles ayer mientras la policía y los paramilitares realizaban controles de identidad aleatorios y registraban los teléfonos celulares de las personas en busca de fotos y mensajes que indicaran que habían participado en las marchas, agregó Ap.
Pese a que Pekín prometió flexibilizar las restricciones, subrayó que los contagios han aumentado drásticamente en varias ciudades y que se deben tomar medidas para evitar una propagación masiva.
La Comisión Nacional de Salud reportó ayer 37.612 nuevos casos en las últimas 24 horas, mientras que la cifra de muertos se mantuvo sin cambios en 5.233.
Las autoridades chinas levantaron parcialmente las restricciones impuestas por el coronavirus en varias zonas de las ciudades de Guangdong y Zhengzhou a pesar del elevado número de contagios. Se produjeron nuevos enfrentamientos entre manifestantes y policías en Guangzhou, informó Afp.
Las restricciones en la zona económica del aeropuerto de Zhengzhou, donde se ubica la fábrica de la empresa taiwanesa Foxconn, que produce iPhones, comenzarán a aflojarse ayer, informó la administración de esta zona económica en la red social WeChat.
La agencia Bloomberg dijo anteriormente que cientos de trabajadores de Foxconn organizaron protestas contra las restricciones para inhibir el brote del coronavirus. Según datos de esa agencia, los desórdenes pueden provocar una reducción en el volumen de producción de hasta 6 millones de iPhones hacia fines del presente año.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo ayer a la prensa estadounidense que la «represión» en China es una «señal de debilidad» del gobierno chino.
Estimó que las restricciones establecidas en China para evitar la propagación del virus «no es algo que haríamos», y agregó que Estados Unidos optó por centrarse en las vacunas, las pruebas y el tratamiento de la enfermedad, a pesar de que su nación estaba uno de los países con más muertes por coronavirus en el mundo, a diferencia de China, que tuvo una de las tasas más bajas a pesar de que allí surgieron los primeros casos.
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