iPhone 13, ¿un paso en la dirección correcta?

No te voy a mentir, no tenía grandes expectativas para el lanzamiento del iPhone 13. Las filtraciones que veníamos viendo, y la posibilidad que Apple consideró usa el nombre iPhone 12s Por su gran parecido con dicha terminal, nos pintaron una renovación descafeinada, algo que, al final, se ha cumplido.

En términos de diseño, el iPhone 13 es, ahorrando el matiz de reducir el tamaño de la muesca frontal y la configuración de la cámara trasera en diagonal, prácticamente idéntica a la del iPhone 12, y lo mismo ocurre con todos los modelos que confirman esta línea. No hay novedades ni en los acabados, ni en la calidad de construcción, y este terminal sabe poco en algunos aspectos si lo comparamos con los terminales Android más avanzados dentro de su rango de precios.

Que puedo decir, no es la primera vez manzana realiza una reforma de este tipo, y no será la última. Ya hemos visto escenarios similares con el salto del iPhone 4 al iPhone 4s, o con la llegada del iPhone 5s, sucesor del iPhone 5. Sin embargo, esta vez tenemos un problema mayor, y es que el iPhone 13 no marca un salto significativo respecto al iPhone 12 ni siquiera en términos de hardware.

Apple ha evitado comparar el SoC A15 del iPhone 13 con el SoC A14 del iPhone 12

Y, francamente, eso no es una buena señal, aunque de nuevo tampoco es la primera vez que Apple hace esto. Cuando una empresa compara un procesador nuevo con uno antiguo, es una buena señal porque, en última instancia, sabe que ha dado forma a una nueva generación que es claramente superior en términos de potencia, y probablemente también en términos de eficiencia. Huelga decir que cuando esta comparación no se produce es porque ocurre lo contrario.

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Si extrapolamos esto al iPhone 13, y al SoC A15, todo parece indicar que Apple no ha comparado dicho SoC con el A14 porque las diferencias entre los dos serían demasiado pequeñas. No me sorprende, la verdad es que al fin y al cabo tenemos un chip que monta una CPU que mantiene los seis núcleos divididos en dos bloques, uno de alto rendimiento y otro de alta eficiencia, y que además conserva una GPU personalizada de Apple que Traería cambios menores.

Tampoco hay novedades importantes en el apartado fotográfico ni en la pantalla de esta nueva generación de Apple, y todo ello hace que los cambios más llamativos acaben siendo, a nivel de hardware, el aumento de la capacidad de almacenamiento base, lo que ocurre. 64 GB a 128 GB, y un posible aumento de RAM, que se elevaría hasta los 6 GB en el iPhone estándar y mini 13, y hasta los 8 GB en el resto de versiones.

Personalmente, lo tengo muy claro. Tengo que renovar el iPhone 8 Plus, pero al final esperaré a ver que hace Apple con el iPhone 14, un terminal que debería marcar un importante avance tanto en diseño como en hardware. Ahora es tu turno, los comentarios son tuyos.

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