“Hay una brecha generacional y una disputa que debería terminar con las elecciones del comité central a fin de año” — Futuro Chile
Tarjeta de tensión de Lorena Pizarro para PC
El oficialismo atraviesa días difíciles. Los allanamientos en Villa Francia durante el fin de semana generaron críticas al Ejecutivo desde el Partido Comunista, y hay tensión al interior de la coalición de Gobierno. La ministra del Interior, Carolina Tohá, ha mantenido su postura de defensa del operativo, mientras el Partido Comunista denuncia irregularidades en el proceso y pide explicaciones.
En Palabra Que Es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros hablaron con Marco Moreno, analista político y académico Desde la U. Central sobre las tensiones al interior del PC, y las elecciones que enfrentan a fin de año.
Situación del Partido Comunista
Marco Moreno afirma: “Tenemos que preguntarnos si estamos hablando de un Partido Comunista o de varios. Puede resultar contraintuitivo, porque siempre hemos tenido la imagen de que ha sido un partido ordenado, disciplinado”.
«Hemos visto una fuerte disputa por el poder, que termina con la elección del comité central a fin de año. Eso ha llevado a que ciertos sectores aparezcan con cierta claridad en la dinámica política interna». En cuanto a la brecha generacional, el académico propone a los sectores viejos con figuras como Lautaro Carmona y Juan Andrés Lagos, los jaduistas con el propio alcalde y Gutiérrez, y los jóvenes que están en el gobierno, como el ministro Vallejo y Nicolás Cataldo. El foco está puesto en quién ganará la elección a fin de año.
«Eso genera un posicionamiento interno. Algunos en el Partido Comunista se sienten más cómodos gestionando el malestar que el poder, que es lo que tienen hoy. Son parte de la coalición de gobierno. No es fácil estar en el gobierno porque hay que alinearse y de alguna manera responder a la acción colectiva. Eso se ha expresado en estas críticas», añadió Moreno.
Respecto de la reacción de La Moneda, el académico señaló: “Ahora hay una diferencia, porque el Gobierno salió a responderle al PC, algo que no había ocurrido tan claramente. El presidente se quedó callado y dejó que sus ministros, Tohá y Vallejo, salieran a trazar los límites muy claros”.