El eclipse solar que confirmó la Teoría General de la Relatividad de Einstein
En 1905, Albert Einstein era sólo un físico desconocido que trabajaba discretamente en una oficina de la Oficina de Patentes de Berna, en Suiza. Ese tedioso trabajo, sin embargo, le dejó muchas horas libres para dar rienda suelta a sus teorías e ideas sobre el Universo. Debajo de su escritorio tenía un cajón donde guardaba sus cálculos y notas, cajón al que, con su peculiar sentido del humor, llamaba “mi propio Departamento de Física Teórica”. Pero aquel año de 1905 no iba a ser un año cualquiera, de hecho hoy en día se le llama el “annus mirabilis” y Einstein sacaría de ese maravilloso cajón todo su arsenal físico para publicar cuatro Artículos que cambiarían por completo la historia de la ciencia..
El primero de estos artículos explicaba efecto fotoeléctrico Y sólo por este trabajo, Albert Einstein ganó el Premio Nobel de Física. El segundo estudio estuvo dedicado a movimiento brownianoel tercero introdujo el Teoría de la relatividad especial y, finalmente, en el artículo cuarto desarrolló la equivalencia masa-energía que hoy todos conocemos, en resumen, como E=mc².
Aun así, esos artículos no eran todo lo que Einstein tenía bajo la manga… faltaba un quinto artículo fundamentaluna teoría que acabaría publicando una década después (1915) y que llevaría por nombre: Teoría de la relatividad general.
La física de los cuerpos celestes, unidos por la gravedad que enunció Newton, iba a dar un giro inesperado… el tejido universal formado por el espacio-tiempo ahora se curvaba en presencia de masa y energía. Las ecuaciones encajaban perfectamente pero esta teoría necesitaba un impulso para confirmar su exactitud. Albert Einstein fue un gran pensador teórico, sus ecuaciones explicaban la realidad física de forma revolucionaria pero, sin un experimento que los pondría en práctica y los confirmaría Serían sólo ideas en papel…
Afortunadamente, el experimento cósmico que requirió la relatividad general no es demasiado inusual y, como estamos viendo estos días, suele ocurrir de vez en cuando… Albert Einstein necesitaba un eclipse con el fin de comprobar que las predicciones de su teoría ocurrieron en el mundo real.
En 1915, lo más interesante de los eclipses era la oportunidad de comprobar la desviación de la luz por la gravedad del Sol, demostrando así que Einstein tenía razón. Para Newton la luz no tenía masa, pero la nueva teoría afirmaba que la luz no sólo tenía masa sino que también se vería afectada por la gravedad de los cuerpos celestes, como el Sol.
Para comprobar esta desviación de la luz, un grupo de astrónomos británicos, liderados por Arthur Eddington, Frank Watson Dyson y Andrew Crommelin, se dirigieron a dos lugares muy concretos donde pudieron observar varias estrellas durante el eclipse solar total que se produciría exactamente el día 29. . Mayo de 1919. Eddington viaja a la isla de Príncipe (África) y Crommelin viaja a la ciudad brasileña de Sobral. Todos conocían bien la posición de ciertas estrellas en el cielo nocturno, pero ahora podrían medir las posiciones de esas mismas estrellas durante el eclipse y sería posible determinar si los rayos de luz realmente estaban doblados al pasar cerca del campo gravitacional del Sol.
Eddington y Crommelin Obtuvieron imágenes del eclipse utilizando la tecnología de la época: placas fotográficas hechas de vidrio (precisamente las imágenes que he usado en este texto) y pudieron confirmar, por primera vez, que efectivamente la luz se veía afectada por la gravedad del Sol… Teoría de la relatividad general acertó en su predicción y, desde entonces, astrónomos y astrofísicos han seguido utilizando los eclipses para medir la desviación propuesta por Einstein.
Hoy en día, este sencillo experimento es uno de los más conocidos y replicados en todo el mundo. De hecho, recientemente, un astrónomo aficionado Reconfirmó las ideas de Einstein desde su patio trasero durante el eclipse de 2017.
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