DC y PC obligados a negociar la presidencia de la Cámara
Dentro de una semana, la Cámara de Diputados y Diputadas deberá votar para elegir a los nuevos miembros de la Junta que presidirá el organismo. El oficialismo cuenta con la mayoría necesaria para instalar al presidente y las vicepresidencias. Sin embargo, requiere un acuerdo que, si bien existe, está en duda, debido a una modificación realizada el año pasado. Este desacuerdo divide a los dos extremos oficialistas. Por un lado, según el calendario, corresponde al DC presidir la instancia; Sin embargo, fueron los responsables de impedir la toma de posesión del Partido Comunista en el período anterior y, ahora, desde este grupo buscan reparación y, con ello, ocupan la presidencia de la Cámara. Hasta ahora, las posiciones parecen inamovibles, pero están obligados a buscar acuerdos, ya que sería un duro golpe para el Gobierno entregar la Mesa a la oposición.
Tras la renuncia de Vlado Mirosevic (PL) a la presidencia de la Cámara de Diputados y Diputadas, comenzaron las negociaciones para definir la nueva Junta Directiva. La discusión no es nueva. Desde hace semanas se habla del nudo que tiene el oficialismo respecto a quién presidirá la Cámara. Por un lado, la Democracia Cristiana (DC) reclama su turno según el acuerdo administrativo que se firmó en noviembre; por otro, el Partido Comunista (PC) argumenta que la última vez, cuando Mirosevic asumió la presidencia, renunció a su cargo. La votación que determinará quién presidirá la Cámara será la próxima semana, pero las negociaciones comenzaron a intensificarse y ninguna de las posicionesnes se afloja.
En noviembre de 2022, Karol Cariola (PC) publicó una carta en la que anunciaba su retiro de la carrera por ocupar la primera silla de la Cámara. Según el acuerdo que se había firmado en marzo de ese año, era un comunista quien debía presidir la organización, pero la DC y el PDG condicionaron su apoyo a Cariola, p.o el apoyo de algunos parlamentarios comunistas a la demanda interpuesta por la Comisión de Derechos Humanos de Chile contra el exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), sergio micopor supuestamente encubrir violaciones a los derechos humanos cometidas durante el estallido social.
“Como ya es de público conocimiento, tanto la Democracia Cristiana como el Partido Popular han condicionado, bajo diversas excusas, el cumplimiento de la palabra empeñada en el acuerdo administrativo de la Cámara de Diputados”, dijo Cariola en su misiva. Además, lamentó que la bancada de DC “haya dicho explícitamente que ‘no votarán por un diputado comunista’”. Para el diputado, esto significó una señal concreta «para vetar a nuestro partido, que ha ganado su representación parlamentaria de manera legítima y democrática, de la mano del pueblo y de sus decisiones soberanas».
Según el acuerdo firmado en marzo de 2022, en el período comprendido entre el 22 de octubre de ese año y el 30 de junio de 2023, le tocó al CP presidir la Cámara. Finalmente, el Partido Liberal acabó al frente de la Mesa a través de Mirosevic, debido al condicionamiento llevado a cabo por la DC y el PDG. Por otro lado, también se establece que entre el 1 de julio de 2023 y el 11 de marzo de 2024, la presidencia de la Sala corresponde al DC, la primera vicepresidencia al PS y la segunda vicepresidencia al PC.
Y ahí está la discusión, aunque parlamentarios de DC advierten que no se está negociando nada, sino que están abriendo los diálogos para que se cumpla el cronograma establecido, y señalan que no se moverán de su posición. En el Congreso también afirman que el PC no se ha movido de su posición.
El jefe de la bancada de DC, el diputado Eric Aedo, es uno de los candidatos a asumir la presidencia, pero desde el oficialismo señalan que hay resistencia a su nombre, pues fue uno de los principales voceros en contra de la candidatura de Cariola.
Aedo, al ser consultado, advirtió que la elección de la Junta «nos va a encontrar en medio de una importante crisis política», por el escándalo de Democracia viva, por lo que -sostenía- «es tremendamente importante que el acuerdo administrativo que firmamos en marzo de 2022 se puede llevar a cabo”.
La DC explica que desde su partido «vamos a hablar hasta el cansancio» y que, de no cumplirse el acuerdo, el oficialismo podría perder la Mesa y tendría «un efecto muy duro para el oficialismo y para el Gobierno”, ya que la oposición “impondrá los proyectos que no necesariamente son los proyectos que le importan al Gobierno, como la reforma de las pensiones o la búsqueda de un acuerdo en el tema tributario”.
Por su parte, el diputado socialista Leonardo Soto cree que el escenario más probable es que la DC gane la presidencia junto a los vicepresidentes del PS y del PC, pues sería una posición que los comprometería a votar: «Básicamente porque en esta votación de Mesa le correspondería a una junta directiva integrada por representantes de varios partidos que se han descarriado en votaciones anteriores”.
Esta configuración, para Soto, genera que «hay mayor garantía de orden y disciplina en esos partidos políticos y otros cercanos a él, para mantener una mayoría que la Cámara de Diputados».
Voces oficiales coinciden con el análisis de Soto, pero advierten en reserva que entienden el malestar del PC porque hacer cumplir el acuerdo es, en la práctica, un veto.
El titular de la bancada del PPD, Cristian Tapia, logró ayer obtener una mayoría aislada de 78 votos para asumir la vicepresidencia primera de la Cámara hasta que se realicen las votaciones la próxima semana. Tapia cree que el acuerdo administrativo pasa por «el acuerdo que tiene que haber entre el PC y la DC que son los responsables de la presidencia y vicepresidencias».
El jefe de la bancada comunista, Luis Cuello, saludó que Tapia resultara electo, ya que la votación refleja «que se puede mantener el acuerdo administrativo, creo que la derecha no tiene la mayoría suficiente, no tiene la votos que él pretendía, y en consecuencia lo que resta ahora es que las diferentes fuerzas políticas tengan la voluntad de cumplir la palabra prometida”.
Esa «palabra empeñada», para Cuello, consiste en «corregir lo que se hizo en el pasado cuando definitivamente hubo un veto respecto a nuestra bancada y nuestro partido». La forma de corregirlo, dice el líder de la bancada, “más que con palabras o con buenas intenciones es respetar el mejor derecho de la bancada del Partido Comunista a ocupar la presidencia de la Cámara”.
Cuello sostiene que están dispuestos a dialogar, que están en conversaciones con el presidente de la DC, Alberto Undurraga, y que es optimista respecto a la resolución de este nudo. Además, advierte que lo que ocurre actualmente responde a una diferencia de interpretación del acuerdo: «Sostenemos que aquí lo que pasó fue que se cambiaron los períodos, esa es la interpretación correcta, porque aquí nunca existió el enroque y en consecuencia lo que queda ahora es diálogo.»
El optimismo del PC pasa porque “no es de recibo que la derecha tome el control de la Mesa por esta diferencia”, dice Cuello. Agrega que “no hay posibilidad de que la derecha tome el control de la Junta y eso sería muy negativo, porque aquí el fondo tiene que ver con darle gobernabilidad a la Cámara para poder tramitar distintas reformas que son necesarias para el pueblo”. .»