Hace años tener un teléfono con resistencia al agua era algo casi imposible. Actualmente la tecnología ha avanzado hasta el punto de que ya podemos comprar dispositivos móviles que cuenten con certificación IP 67 o 68, que son las pruebas a las que se someten los teléfonos para demostrar su capacidad de resistencia. En el caso de Apple, sus teléfonos de última generación ya cuentan con IP 68; sin embargo, muchos usuarios de todo el mundo han informado que tienen problemas con sus iPhones después de entrar en contacto con el agua.